El proyecto nace de la voluntad del Hospital Clínic de Barcelona de ampliar la unidad de enfermedades infecciosas, con el objetivo de crear una docena de despachos para consultas y un hospital de día equipado con cuatro espacios para la administración de tratamientos.
El servicio de enfermedades infecciosas en el Hospital Clínic de Barcelona ha sido diseñado teniendo en cuenta tanto la funcionalidad como el bienestar de los pacientes. Situado en la planta baja con fachada a la c. Villarroel, su ubicación estratégica facilita el acceso rápido y eficiente para los pacientes con necesidades ambulatorias.
El diseño disruptivo de la unidad busca crear un ambiente que se sienta alejado del hospital tradicional. Se han utilizado colores vivos y materiales poco habituales para este tipo de proyectos, combinando elementos industriales con acabados metálicos y toques cálidos de madera. Esta elección de materiales y colores tiene el objetivo de reducir la ansiedad asociada a las visitas médicas y proporcionar un ambiente más acogedor.
La iluminación juega un papel fundamental en el diseño, con un enfoque en iluminar puntos estratégicos como la recepción y las salas de espera, así como las entradas de las consultas. Esta atención a la iluminación contribuye a crear un ambiente agradable y funcional.
La zona de Hospital de Día está diseñada alrededor de una mesa de trabajo central, que permite a los profesionales de la salud tener una visión clara de todos los boxes de tratamiento. En estos espacios, la iluminación general facilita la relación entre paciente y asistencial, mientras que la luz ambiental cálida ofrece a los pacientes la posibilidad de regular la iluminación durante el tratamiento, promoviendo momentos de calma.
Para garantizar la privacidad, los cerramientos de vidrio de los boxes de tratamiento son electropolarizados, permitiendo que se tornen opacos cuando es necesario. Las consultas, situadas a lo largo del pasillo, cuentan con dos salas de espera diferenciadas, aumentando la privacidad de los pacientes. Además, las mesas redondeadas en las consultas fomentan una interacción más cercana entre médicos y pacientes, facilitando la toma de decisiones compartidas.
En conjunto, el proyecto busca transformar la experiencia de los pacientes en un servicio esencial, mejorando no solo la atención médica, sino también el confort y el bienestar durante el proceso de tratamiento.