La pandemia Covid-19 evidenció la necesidad de llevar a cabo acciones en el ámbito de la sanidad que refuercen la asistencia a las personas mayores, con diversidad funcional o con problemas derivados de la salud mental, en un entorno sanitario que potencie atención centrada en la persona.
La coordinación entre las Consejerías de Salud y Bienestar Social de la Generalidad de Cataluña, que gestionan el ámbito sanitario y de las personas mayores, ha dado respuesta a esta necesidad disponiendo una reserva de plazas asistenciales en forma de Centro de Atención Integrada Intermedia ( CAIIB) destinado a pacientes con multipatologías que a su vez requieren apoyo de las instituciones sociales y asistenciales públicas en la ciudad de Barcelona. El objetivo es atender a las personas con necesidades especiales donde más se puedan beneficiar, evitando el traslado entre diferentes centros y la exposición innecesaria a entornos sanitarios agresivos y perjudiciales por su estado de salud, cognitivo y emocional.
El beneficio para la red sanitaria es evidente, pues se colabora en la descongestión de los servicios de urgencias y hospitalización convencional de pacientes agudos y disminuyen los ingresos innecesarios. Ahora, este nuevo equipamiento permite absorber situaciones de emergencia sanitaria en el sistema residencial de la ciudad.
Tanto por la estructura arquitectónica del edificio como por su situación geográfica y el entorno sanitario dentro del que se ubica (adyacente al recinto Hospitalario de Valld’Hebron), el centro ofrece un elevado grado de capacidad funcional, el que le permite dar respuesta a situaciones de alta complejidad dentro del entorno sanitario y social. Asimismo, el diseño del edificio hace posible crear dos unidades independientes en cada planta que pueden funcionar como zonas de aislamiento, de modo que en caso de situaciones de pandemia el edificio se puede sectorizar sin afectar al pleno funcionamiento de cada una de las unidades aisladas (desdoblamientos de núcleos de comunicaciones verticales, de las circulaciones sin tener que duplicar los pasillos, y de las instalaciones, especialmente clima y ventilación).
El edificio cuenta con 120 camas en total, con flexibilidad para incrementar ese número hasta las 144 camas en caso de emergencia médica o saturación temporal de los servicios sociales. Las habitaciones están distribuidas en 4 plantas, con 21 habitaciones que se distribuyen de la siguiente manera: 9 habitaciones dobles, todas juntas en el ala derecha y 12 individuales en el ala izquierda, de las cuales son transformables y en as de emergencia están diseñadas para tener todos los servicios para dos pacientes. En la confluencia de las dos alas, se encuentran todos los servicios de apoyo: control de enfermería, sala de atención a familiares, espacios de descanso del personal, salas de lencería, limpieza etc. Además, el edificio dispone de una planta semisótano destinada a las áreas de Rehabilitación, Administrativa y logística.
Aunque son pacientes que tendrán que estar en la cama y que por tanto difícilmente podrán tener una actividad social relevante, se piensan espacios de relación para facilitar el contacto con familiares y amigos (que contribuye en gran medida a la estabilidad de estos pacientes con trastornos mentales o conductuales) y al mismo tiempo les ayudan a realizar la transición de nuevo hacia sus residencias habituales a medida que se van recuperando.
Para el diseño de las habitaciones se llevó a cabo un estudio profundo sobre la tipología de habitación pensando especialmente en el perfil de los usuarios del centro, que por su nivel de dependencia derivado de trastornos mentales y/o conductuales, requieren especial atención.
Partiendo de los principios de la Atención centrada en la persona y Evidence Based Design, se consigue que los pacientes de las habitaciones dobles tengan las mismas condiciones de confort que los de las habitaciones individuales, eliminando la colocación tradicional de camas en paralelo a favor de una nueva organización con camas enfrentadas.
Aquí, la calidad del espacio de cada uno de los pacientes es mucho mayor, y no sólo se iguala entre los que comparten habitación sino también con los pacientes en habitaciones individuales, ya que ambos ocupantes cuentan con la zona de ventana (luz directa y vistas), vegetación y escritorio-banco propio. Ahora,
se incorpora una partición móvil, que evita la visión sobre la otra ocupante e incrementa el nivel de privacidad.